Que Wea

miércoles, 31 de octubre de 2012

Llama y cenizas

No queda más aire en esta celda de frío y duro acero, recubierta de ricas telas aterciopeladas en tonos carmín, un apacible final en una estancia reconfortante, reconfortantemente llena de mentiras, y formas sinuosas y oscuras que la sujetan desde la base, como salvándola del vacío para resistir y someterse a un destino aún peor.


 Me consumo, mi interior se quema lentamente de dentro a fuera, dejando sólo las cenizas del ser que un día fui, hasta nublar mi mente de tal forma, que sea imposible recordar qué magnífico hecho me ha traído aquí, que férreo propósito mueve este cuerpo a avanzar sin sentido, sin un fin determinado y estipulado.
Me aprieta, Me ahoga, tanto que no consigo respirar, tanto que duele tener que hacerlo.



Nado en una urbe infinita que me empuja,
           me arrastra a un fondo más negro que mi mismo corazón,
              más profundo que las lágrimas que brotan escapando de la vorágine.


Cada vez más profundo, más lejano, menos posible.
No se dónde voy, no sé dónde deseo llegar, ni con quién espero regresar.
No quiero rememorar lo pasado, no puedo disfrutar el presente, no sé si tendré un futuro.
Demasiados días, demasiadas horas, demasiada gente.

Y yo no sé dónde estoy, no recuerdo que hago aquí, sólo quiero huir.

2 comentarios:

Valiente! dijo...

La sociedad eso que describes aplicado a lo que tenemos por dentro que es mucho más valioso. Cuantas veces me he sentido como tú... con esa sensación tan tebrosa brotando desde mí hacía el exterior.

Me encanta esta parte: " que sea imposible recordar qué magnífico hecho me ha traído aquí, que férreo propósito mueve este cuerpo a avanzar sin sentido, sin un fin determinado y estipulado. "


Te amo.

Amanecer Nocturno dijo...

Huyamos juntas a ninguna parte. Es la única solución posible.

Love U.